La oscura noche de Edimburgo terminó. El surrealista encuentro en la Tercera Fase (o cuarta o quinta, nadie podría decirlo) y la fiesta infernal en el antro okupa nos había dejado tocadísimos del ala. Nos despertamos en aquel horrendo lugar en el corazón de la capital escocesa y mientras arreglábamos los preparativos para mudarnos de hostal vimos algo de la carrera de Alonso en una especie de Common Room que como todo, se caía a pedazos. Paseamos hasta el otro lugar y dejamos los pertrechos y dormimos algo en el nuevo hostal. Tengo que decir que mi anterior viaje a Edimburgo haya por el lejano Diciembre del 2008 (ósea hace nada) había llevado mis pasos a este hostal también y el lugar era buenísimo, muy limpio, barato y unas instalaciones realmente alucinantes. El peso de 6 días luchando contra todo hizo mella en el comando. El único que pudo hacer algo fue Aingeru que fue a visitar a una amiga al son del “fóllatela” de Alberto y Fede.
Después paseamos por la ciudad, hicimos un mini picnic en una colina que señoreaba al centro de Edimburgo. Nuestro saludable picnic se componía de hamburguesas del McDonnald (asco de Lolo y su mierda de adicción a estas mierdas… asco de McDonnald). Tras retozar y hacer fotitos paseamos por el centro, vimos el castillo, la Royal Mile y lo típico que hay que ver en Edimburgo. La verdad que nos apetecía más pasear tranquilos que ver cosas pues todos menos Alberto habíamos estado ya en Edimburgo. Encontramos un parque con un gran césped y allí nos tiramos a descansar. La sorpresa vino cuando los seis nos quedamos dormidos, imaginaos a seis españoles roncando en mitad de Edimburgo sin coscarse de nada, para que nos hubieran robado.
Al despertarnos a la hora o así fuimos al hostal, ya era por la tarde y queríamos dejarlo todo preparado. Fuimos Jon, Fede y yo a comprar algo de comer y mientras Jon explicaba los sistemas de seguridad para edificios modernos de empresas importantes. Realmente interesante por cierto, estaba disfrutando bastante de la diversidad educativa de mis compañeros (poned voz de pedante inglés de Oxford).
Al volver ya era de noche, el día había pasado volado y nos lo habíamos pasado dando vueltas y descansando. Había que coger fuerzas para la última jornada del viaje que prometía ser “legen-dary”. Bueno ya en el hostal, pude sacar a relucir mis habilidades como Chef (poned voz fardona) y preparé un plato de pasta digno de reyes, ¿Qué digo de reyes? De emperadores como mínimo, del que todos dieron habida cuenta menos Lolo, que con su habitual desgana prefiero la pasta con tomate por encima sólo. Si, lo sé, pobrecito, pero todo el mundo tiene cavidad en este mundo de Dios. Como yo había cocinado el resto se jugó limpiar los platos al mus, empezaron ganando Alberto y Fede, pero Jon sacó su sangre vascongada (mezclada con sangre del sur pero eso es otra historia, si es que estos nacionalistas son más falsos que los masillas de los Power Rangers) y dijo “a mi no me gana un Madrileño”, pero aún así perdieron y Fede se pavoneó delante de ellos durante un buen rato, mientras Jon contenía su furia foral.
Tras esto nos fuimos a la zona Chill Out con su televisor y sofases (¿sofás tiene plural? Am si, sofás). Allí terminamos de ver Dirty Dancing y luego elegimos nosotros y claro, estábamos en Edimburgo, ¿Qué mejor película que Transpoting? Bueno vale BraveHeart, la verdad que no recuerdo porque no la vimos. Pero moló ver Transpoting en inglés tomándose un whiskito escocés. Tras esto, fuimos a la camita destrozados y con el cansancio infinito en nuestros hombros.
Personaje del día. Jon: Terminando este blog comprobé sorprendido que Jon nunca sale citado por una hazaña personal y me sorprendió. Si es verdad que fue un personaje más pasivo en ese aspecto, pero eso bueno, dice algo bueno a su favor y es que es una persona muy equilibrada. Me siento muy identificado con el y le admiró mucho (aunque últimamente te estas luciendo macho, no te quejes del karma que te lo estas buscando tu solito), es una persona con fuertes principios y un gran sentido del honor. Siempre y cuando digo siempre, puedes confiar en él. Nunca te va a fallar, siempre va a estar a tu lado y es una persona con la que te diviertes muchísimo. Es verdad que anécdotas no tiene y como dije antes pues me sorprende pues he hecho viajes con él a otros lugares y siempre tenemos algo que recordar. Quiero terminar diciéndole, muchas gracias Jon por haberme dado la oportunidad de conocerte. Y ahora vamos a escupir un rato y beber cerveza que me siento un poco gay.
Después paseamos por la ciudad, hicimos un mini picnic en una colina que señoreaba al centro de Edimburgo. Nuestro saludable picnic se componía de hamburguesas del McDonnald (asco de Lolo y su mierda de adicción a estas mierdas… asco de McDonnald). Tras retozar y hacer fotitos paseamos por el centro, vimos el castillo, la Royal Mile y lo típico que hay que ver en Edimburgo. La verdad que nos apetecía más pasear tranquilos que ver cosas pues todos menos Alberto habíamos estado ya en Edimburgo. Encontramos un parque con un gran césped y allí nos tiramos a descansar. La sorpresa vino cuando los seis nos quedamos dormidos, imaginaos a seis españoles roncando en mitad de Edimburgo sin coscarse de nada, para que nos hubieran robado.
Al despertarnos a la hora o así fuimos al hostal, ya era por la tarde y queríamos dejarlo todo preparado. Fuimos Jon, Fede y yo a comprar algo de comer y mientras Jon explicaba los sistemas de seguridad para edificios modernos de empresas importantes. Realmente interesante por cierto, estaba disfrutando bastante de la diversidad educativa de mis compañeros (poned voz de pedante inglés de Oxford).
Al volver ya era de noche, el día había pasado volado y nos lo habíamos pasado dando vueltas y descansando. Había que coger fuerzas para la última jornada del viaje que prometía ser “legen-dary”. Bueno ya en el hostal, pude sacar a relucir mis habilidades como Chef (poned voz fardona) y preparé un plato de pasta digno de reyes, ¿Qué digo de reyes? De emperadores como mínimo, del que todos dieron habida cuenta menos Lolo, que con su habitual desgana prefiero la pasta con tomate por encima sólo. Si, lo sé, pobrecito, pero todo el mundo tiene cavidad en este mundo de Dios. Como yo había cocinado el resto se jugó limpiar los platos al mus, empezaron ganando Alberto y Fede, pero Jon sacó su sangre vascongada (mezclada con sangre del sur pero eso es otra historia, si es que estos nacionalistas son más falsos que los masillas de los Power Rangers) y dijo “a mi no me gana un Madrileño”, pero aún así perdieron y Fede se pavoneó delante de ellos durante un buen rato, mientras Jon contenía su furia foral.
Tras esto nos fuimos a la zona Chill Out con su televisor y sofases (¿sofás tiene plural? Am si, sofás). Allí terminamos de ver Dirty Dancing y luego elegimos nosotros y claro, estábamos en Edimburgo, ¿Qué mejor película que Transpoting? Bueno vale BraveHeart, la verdad que no recuerdo porque no la vimos. Pero moló ver Transpoting en inglés tomándose un whiskito escocés. Tras esto, fuimos a la camita destrozados y con el cansancio infinito en nuestros hombros.
Personaje del día. Jon: Terminando este blog comprobé sorprendido que Jon nunca sale citado por una hazaña personal y me sorprendió. Si es verdad que fue un personaje más pasivo en ese aspecto, pero eso bueno, dice algo bueno a su favor y es que es una persona muy equilibrada. Me siento muy identificado con el y le admiró mucho (aunque últimamente te estas luciendo macho, no te quejes del karma que te lo estas buscando tu solito), es una persona con fuertes principios y un gran sentido del honor. Siempre y cuando digo siempre, puedes confiar en él. Nunca te va a fallar, siempre va a estar a tu lado y es una persona con la que te diviertes muchísimo. Es verdad que anécdotas no tiene y como dije antes pues me sorprende pues he hecho viajes con él a otros lugares y siempre tenemos algo que recordar. Quiero terminar diciéndole, muchas gracias Jon por haberme dado la oportunidad de conocerte. Y ahora vamos a escupir un rato y beber cerveza que me siento un poco gay.
qué bonita pareja de amigos hacéis jon y carlos. esto me ha recordado a una de mis fotos preferidas, con vosotros dos hablando, en el barco de lake district. qué curiosa mezcla de los dos extremos norte y sur más alejados de la "península" (también, por no ofender ;)
ResponderEliminary no tengo ni idea de lo que está pasando con tu karma, ni creo que lo quiera saber, no sea que destroce mi imagen de una de las mejores personas que te puedes encontrar en la vida. pero bueno, también me ha recordado a otro de los momentos en leeds que tenía olvidados, en tu cocina, con mila y marta, contándonos su idea del karma, y como su grupo de amigas está convencida de que cada vez que dicen algo malo de alguien, el karma se lo devuelve y por eso cada vez que hacen algo malo, el resto corea "karma, karma". y bueno, igual esto no viene a cuento, pero me alegra que me haya hecho revivir un ratico de compartir historias, tirados en el único sofá en el que me pude tumbar en cuatro meses !
maría zaragoza
El karma da la vuelta de un dia para otro. Me alegro de que os gusten las historias de 6 locos perdidos por escocia. La verdad es que ha sido un viaje increible muy bien descrito por nuestro historiador mas dicharachero :-)
ResponderEliminarCarlos eres un grande
Saludos cordiales a todos los lectores
Hola chicos!
ResponderEliminarHe ido leyendo vuestras aventuras poco a poco y, Carlos, me ha encantado tu relato. Eres genial para narrar todo lo que os pasó de una manera divertida, y tienes algunas "frases literarias" buenísimas.
No pasé mucho tiempo con vosotros, pero me he reído mucho al imaginaros en las situaciones cómicas de ese viaje y me he sentido un poco más cerca de vosotros.
Estudiar la oposición es muy aburrido, y este blog me ha servido para distraerme cuando estaba al borde del ataque!
Espero que algún día volvamos a vernos.
Mucha suerte y besos a todos
Violeta xxxxx
violeta pues si te gusta puedes seguir leyendome en mi blog "El guiño del Loco", mas abajo tienes un enlace! me encanta que os encante! un abrazo a todos!
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